domingo, janeiro 16, 2005

ARTE DE TRANSFORMAR XVIII

OBREROS MARITIMOS

En Valparaíso, los obreros del mar
Me invitaron: eran pequeños y duros
Y sus rostros quemados eran la geografia
Del Océano Pacífico: eran una corriente
Adentro de las inmensas aguas, una ola muscular,
Un ramo de alas marinas en la tormenta.
Era hermoso verlos como pequeños dioses pobres,
Semidesnudos, malnutridos, era hermoso
Verlos luchar y palpitar con otros hombres más allá del océano,
Con otros hombres de otros puertos miserables, y oirlos,
Era el mismo lenguaje de españoles y chinos,
El lenguaje de Baltimore y Kronstadt,
Y cuando cantaron “La Internacional” canté con ellos:
Me subia del corazón un himno, quise decirles:”Hermanos”,
Pero no tuve sino ternura que se me hacía canto
Y que iba con su canto desde mi boca hasta el mar.
Ellos me reconocían, me abrazaban con sus poderosas miradas
Sin decirme nada, mirándome y cantando.

Pablo Neruda


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